viernes, 4 de noviembre de 2022

En el Ateneo de Madrid leyendo un poema de mi poemario "BUSCADOR INFATIGABLE" dedicado al gran poeta Miguel Hernández






POETA DE SANGRE Y VERSOS

Al gran poeta MIGUEL HERNÁNDEZ

 

Naciste en un gélido otoño

rodeado de cabras y sueños.

Temprano madrugó el trabajo,

 buen estudiante, dejas el colegio

tienes que cuidar las cabras

y escribes entre cencerros.

Quieres ser un gran poeta,

tus amigos te valoran, te dan dinero

para que vayas a la capital.

Cambias tu olor a incienso

por una mente más liberal.

Te codeas con los poetas del momento,

con ellos comienzas a publicar,

compones sólo con sentimientos.

Enseñas en las misiones pedagógicas,

con humildad, sin retórica ni miedo.

En la adversidad de la guerra

 juras apoyar y defender al pueblo

luchas y arengas por su libertad,

son los años más trágicos de los tiempos

que conoce nuestra reciente historia.

Poeta de sangre y hueso.

El corazón es tu pluma,

tus venas… ríos de versos

que fluyen en las trincheras.

Escribes y luchas con esmero

 y ofreces tu vida a la libertad,

a defender y ayudar al jornalero.

Sacrificas a tu familia por ideales

y en la cárcel sufres el encierro.

Te  detienen por tus ideas;

para ellas no hay carcelero,

 nadie las podrá nunca sujetar.

Liberado  vuelves al pueblo,

 confiado, buscando el cariño

de mujer e hijos con sus besos.

¡Malnacido es quien te delata!.

Para siempre te llevan preso,

el cura te pide que reniegues

tus ideales, maltratan tu cuerpo

y sigues escribiendo sin parar,

sin perder un segundo de tu tiempo,

 al amor, a la familia y a la libertad.

Con treinta y un años, te fuiste al cielo.

¿Te mató el hambre y la cárcel?

-No. El hombre y su veneno.

 Hombre de firmes principios,

poeta de sangre y versos.

Naces poeta, reinventas el poema

 vives por la poesía, la llevas dentro.

Siendo joven  alimentas las amapolas,

desapareces, pero nunca has muerto.

Tu nombre y la herencia de tu paso

siempre reaparece, poeta perfecto,

  siempre enarbolando, luchando

por la libertad eterna del pueblo.

 

Café Gijón